YWP: the origin

Dice la canción que veinte años no son nada, pero yo nunca he comprendido –o querido comprender-– lo que quiere decir. La red de los Young Water Professionals (YWP) es vivo ejemplo de mi confusión; han pasado cinco años desde la primera reunión oficial de la red y aunque la tentación es invocar el tempus fugit, la realidad es que han sido años plenos. Por ello, agradezco la oportunidad que ahora me brinda el actual Comité Director para echar la vista atrás y tratar de recoger desde un punto de vista personal los primeros momentos.

La idea.

«Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas» Ramón y Cajal

En 2015 la idea de generar una red de jóvenes profesionales a nivel nacional había estado rondando en la cabeza de algunas personas y, de hecho, ya se había realizado algún intento de constituirla. Pero como todo en la vida, los momentos son importantes. Fernando Morcillo, presidente de AEAS (asociación representante de la IWA en España), sabía de primera mano que existía un gap significativo en participación en el sector del agua entre juniors y seniors. La consecuencia era la dificultad de generar una buena cantera de profesionales que pudieran asumir de manera progresiva el liderazgo el sector. Otra de las perspectivas de Fernando era la oportunidad latente de visibilizar el sector del agua nacional como puntero a nivel internacional, gracias a la existencia de una red de profesionales con buen nivel de inglés y, en muchos casos, experiencias en el extranjero. Con esto en mente, encomendó a Amando Borge, en ese momento técnico de AEAS, la misión de arrancar una red apoyada en la estructura existente de Young Water Professionals de la IWA. Y la verdad es que Amando se tomó el encargo muy a pecho; otro momento, otra persona, y hoy la red no existe.

Amando reunió alrededor de sí a un grupo de personas que consideró que podríamos resonar con la idea de una red de jóvenes profesionales, y no se equivocó. La idea de la red conectó con muchos de los que fuimos parte de la primera remesa de miembros, idea que además cada uno interpretó desde su visión personal.

Las personas.

«En media hora de juego podremos descubrir mejor a una persona que en un año de conversación» Platón

Las cosas en el mundo suceden porque las personas toman de manera consciente o inconsciente la decisión poner su energía individual al servicio de un colectivo (el que sea). La «energía» individual, lo que mueve a cada persona a la acción tiene, por tanto, la capacidad de otorgar al colectivo identidad. Creo que esto sucedió con el primer Comité Director y primeros miembros de la red; os pongo algunos ejemplos, para mí muy cercanos:

Esther Torvisco nos trajo la perspectiva de la enorme capacidad de nuestro sector nacional; tenía muy claro que los jóvenes teníamos el papel de traer nuevos puntos de vista a un sector consolidado. El primer congreso, organizado por Esther con el apoyo del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaya, estuvo inspirado por esta convicción.

Quintilia Lopez tenía muy claro que las personas, con nombre y apellidos, debían ser el corazón de la red. Facilitó que la red integrase desde muy temprano el valor de que el cultivo constante del compromiso hacia los miembros era una prioridad ineludible. Muchos miembros se involucraron y continuaron en la red por el buen hacer de Quinti.

Luis Martín puso la comunicación en el core de nuestra estrategia como red; una comunicación fresca, que no se rendía a la institucionalidad estricta. El estilo comunicativo y la reivindicación latente de la red de que otra manera de hacer las cosas es posible –y, además, es deseable– es en gran medida inspirada por él.

Angel Robles nos enseñó a ser una red profesional, al nivel de los comités senior de la IWA. Nos mostró con su ejemplo la importancia del rigor que los miembros de las universidades nos podían traer. Nos imprimió orgullo de ser profesionales, también en el ejercicio de la actividad asociativa.

Beatriz Florez nos mostró mil y una formas de tener impacto. La primera vez que nos recibió un directivo de sector fue Angel Simón, que más allá de concedernos una sesión a puerta cerrada nos permitió participar de forma activa en iWater, nuestro primer evento público. Todo surgió de un mail de Bea directo a su dirección con la petición, con cero reservas de por medio. Desde entonces y por encima de todo, la red se ha atrevido a hacer.

Estefanía Martinez nos animó a compartir las nuestras opiniones en momentos de tomar decisiones, con sinceridad y sin miedo a generar desencuentros productivos. La claridad y el consenso es legado de esta actitud, acompañada por la creencia de que lo que nos une es mayor de lo que nos separa.

Marta Suarez nos ayudó a conectar a nivel internacional con diferentes grupos de YWP. La capacidad y voluntad de llevarse bien con todo el mundo y admitir diversas perspectivas de Marta nos permitió organizar eventos con otras redes y tener intercambios muy positivos con diferentes grupos.

Andrés Guerra, necesario contrapunto a un grupo de personas por lo demás bastante «intensas» (con todo el cariño, y siendo yo parte del grupo), nos procuró momentos de distensión y de mirar con más perspectiva lo que hacíamos.

Amando Borge ya lo conocéis. Además de ser el arquitecto de la red, nos pautaba las reuniones. Si no fuera por Amando, no habríamos terminado todavía la reunión de hace 5 años (es broma, pero solo en parte).

Por mi parte y como podréis imaginaros después de lo que os acabo de contar, lo que quiero pensar es que facilité que estas visiones se integrasen en la asociación.

Detrás de cada una de estas personas, hubo un equipo; muchas personas ayudaron a materializar estas visiones. Los que me estáis leyendo sabéis quién sois: gracias. Vuestra apuesta en invertir vuestro tiempo y energía en la red ha sido el motivo de que muchas personas sean hoy parte de esta.

El futuro.

«Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado» Miguel de Unamuno

Sé que el encargo era hablar del pasado, pero espero que me permitáis esta licencia. En un momento histórico de crisis climática, social y sanitaria, creo que la red tiene la capacidad, la legitimidad y, me atrevería a decir, la responsabilidad de constituirse en un actor principal del sector del agua. La red ha tenido siempre latente la vocación de ser un colectivo con voz propia, sin rendirse a ser una antesala de otras redes más senior. Una plataforma que sirva para dar voz al posicionamiento de los jóvenes profesionales ante los retos que existen y que se vienen; un actor al que se consulte para diseñar las soluciones que desde el sector se deben plantear para conseguir la transición ecológica. Muchos de los que comenzamos la andadura ya hemos cerrado ciclo, o bien lo cerraremos pronto, pero la red debe seguir su camino. La historia nos une, pero el futuro también: seguid contando con nosotros para materializar vuestras aspiraciones tanto individuales como de red; hoy y siempre.

Marina Arnaldos

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Admin YWP Spain

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